Ayuntamiento de Villarta, Cuenca

Villarta es un municipio español de la provincia de Cuenca, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene un área de 25,29 km², una población de 808 habitantes (INE 2021) y una densidad de 36,38 hab/km². Se encuentra al sudeste de Cuenca, entre los pueblos de Villalpardo, Iniesta, El Herrumblar y la aldea Alcahozo.

Símbolos

El escudo heráldico y la bandera fueron oficialmente aprobados el 25 de octubre de 2011. La descripción del escudo es la siguiente:

Escudo partido y entado en punta. Primero, en campo de plata “Peña rodera” de gules. Segundo, en campo de gules cordero de Dios de plata. En punta de sinople racimo de uvas de oro. Al timbre la Corona Real cerrada.

(Diario Oficial de Castilla-La Mancha nº 226, 18 de noviembre de 2011)

La descripción textual de la bandera es:

Bandera rectangular, de proporciones 2/3, formada por dos franjas horizontales iguales, blanca la superior y roja la inferior, con un triángulo verde al asta que tiene sus vértices en los extremos del asta y en la mitad de la bandera a 1/3 del asta.

(Diario Oficial de Castilla-La Mancha nº 226, 18 de noviembre de 2011)

Geografía

La localidad de Villarta se encuentra a una altitud de 757 metros sobre el nivel del mar. Destacan en su geografía puntos relevantes como el Humilladero, elevado a 814 metros, y el Mariperez, a 790 metros sobre el nivel del mar. La topografía del área varía con la presencia de la rambla de Villarta, ubicada a 659 metros sobre el nivel del mar.

Villarta limita al noroeste con Iniesta, al norte con Villalpardo, al noreste también con Villalpardo, al oeste con Iniesta, al este con Iniesta, al suroeste con Iniesta, al sur con El Herrumblar y al sureste con Iniesta.

Historia

La historia de Villarta tiene sus raíces en la época romana, derivando su nombre de un antiguo almacén de provisiones de aquel período (cita requerida). En 1720, la localidad contaba con apenas 20 vecinos, pero ya poseía una iglesia. Originalmente, Villarta era una aldea dependiente de Iniesta, pero en 1729, junto con Villalpardo, obtuvo el estatus de villazgo, independizándose de Iniesta. La documentación relativa a este acontecimiento se conserva en el Ayuntamiento de Villalpardo. En ese año, la población constaba de 26 vecinos, albergando a aproximadamente 100 habitantes, cifra que aumentó a 211 en 1850.

En un hito importante de su historia, en 1908, ambas localidades, Villarta y Villalpardo, se separaron. El 3 de julio de ese mismo año, se reconocieron las líneas del término y se establecieron los hitos comunes entre los términos de Villalpardo y Villarta, un evento respaldado por documentos históricos. Este marcó el inicio de la autonomía y desarrollo independiente de Villarta como municipio.

Economía

La economía de Villarta se fundamenta principalmente en la producción de productos agroalimentarios. Destacan sectores como la elaboración de vinos, aceite, frutos secos, cereales y una producción limitada de frutales. La localidad también se distingue por una significativa producción de setas y champiñones. En el ámbito ganadero, Villarta alberga granjas intensivas dedicadas a aves, conejos, y más recientemente, se ha incorporado la cría de cerdos.

Además de la producción agrícola y ganadera, el municipio cuenta con diversas empresas dedicadas al procesamiento de alimentos, así como establecimientos comerciales y de ocio. La calidad de los vinos de Villarta ha alcanzado reconocimiento a nivel nacional, habiendo sido galardonados con varios premios, consolidando así la reputación de la región en la industria vinícola española. Este dinámico tejido económico contribuye a la vitalidad y diversificación de la economía local.

Patrimonio

El patrimonio de Villarta destaca por la presencia de diversos yacimientos arqueológicos en su término municipal.

Santuario de Consolación

Uno de los lugares más destacados es el Santuario de Consolación, ubicado en los límites de la meseta castellana, en la depresión hacia Valencia, dentro de la comarca conquense de la Manchuela. Este santuario se encuentra en un entorno de 70 hectáreas de bosque frondoso, predominantemente compuesto por pino mediterráneo y matorral autóctono, que incluye romeros, espliegos, jaras, entre otros. Situado a 12 km de la autovía Madrid-Valencia, en la altura de Minglanilla, y a 8 km a lo largo de la senda de las Hoces del Río Cabriel, el santuario se presenta como un lugar ideal para el descanso, retiro y recreo en medio de la naturaleza.

La fuente La Teja

La fuente La Teja es conocida por la excelente calidad de su agua, atrayendo a residentes de pueblos cercanos que visitan el lugar para disfrutar de esta fuente situada en el camino al molino. Además, el paraje más representativo de la ciudad es el "Cuco de Gallina", donde se encuentra la Peña Rodera. Esta formación rocosa de forma peculiar, ubicada en la cima de un cerro, albergó un asentamiento íbero de la Edad de Bronce, como evidencian los restos arqueológicos y cerámicas encontrados en la zona. Este paisaje se asemeja al de la Ciudad Encantada, convirtiéndolo en un elemento distintivo de la riqueza patrimonial de Villarta.

Costumbres en Villarta

Traslado de la Virgen de Consolación

Uno de los momentos más destacados en Villarta es el traslado de la Virgen de Consolación desde su santuario en Iniesta hasta el santuario en Consolación, celebrado el Domingo de Pentecostés. Este emotivo trayecto de 17 km se realiza en forma de romería, con una parada única en el "Humilladero", un lugar de descanso en el término de Villarta. Los romeros aprovechan este momento para tomar un refrigerio y recobrar fuerzas. Los villarteños, junto con los romeros de Villalpardo, participan activamente adornando el altar del Humilladero y transportando la imagen de la Virgen a lo largo del camino que atraviesa su término.

Calendario Festivo

Villarta celebra diversas festividades a lo largo del año. Destacan las Fiestas del Niño en el tercer domingo de enero, las fiestas de mayo del 30 de abril al 2 de mayo, la romería de San Isidro el 15 de mayo y las famosas fiestas de la Vendimia del 17 al 21 de agosto. Estas últimas incluyen degustaciones de los vinos locales y promueven la colaboración con vecinos valencianos y visitantes de otras ciudades españolas. Las festividades de agosto atraen un significativo número de visitantes y son respaldadas por la participación activa de los quintos locales que se renuevan anualmente.