Ayuntamiento de Palomares del Campo, Cuenca

Palomares del Campo es un encantador municipio situado en la provincia de Cuenca, Castilla-La Mancha. Este idílico rincón, impregnado de una rica herencia histórica, se erige como un testamento viviente a las diversas etapas que han dado forma a su identidad única a lo largo de los siglos.

Desde sus raíces prehistóricas hasta el esplendor romano, medieval y renacentista, Palomares del Campo invita a los visitantes a sumergirse en un viaje a través de la historia. Con monumentos emblemáticos como la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y la evocadora Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, este municipio se presenta como un caleidoscopio de arquitectura, cultura y tradiciones que reflejan la autenticidad de la región.

Historia de Palomares del Campo

La historia de Palomares del Campo se remonta a épocas prehistóricas, evidenciada por hallazgos arqueológicos que revelan ocupación humana en su territorio desde tiempos antiguos. Durante el periodo de la Romanización, estas tierras fueron parte del territorium de Segóbriga, destacándose por la explotación de Lapis Specularis, el 'cristal de Hispania', con la mina HPC 5 siendo un complejo minero de importancia imperial.

En la Edad Media, Palomares del Campo emerge como aldea de Huete, probablemente establecida durante el proceso de Reconquista en el año 1179. Sin embargo, su momento de esplendor llega en el siglo XVI, cuando se exime como aldea y se constituye en Villa de Realengo bajo el nombre de Palomares del Campo. La construcción de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y la Ermita de la Virgen de la Cabeza marcó este periodo.

En el siglo XVIII, la Guerra de Sucesión dejó su huella en Palomares del Campo, que respaldó a Felipe V. A lo largo del siglo XIX, la población se describía como próspera, alcanzando su punto máximo en 1950 con 2030 habitantes, aunque posteriormente experimentó un declive que se intensificó en las últimas décadas del siglo XX.

Qué Visitar en Palomares del Campo

Palomares del Campo ofrece a los visitantes una experiencia única, combinando su rica historia con la belleza de sus monumentos. Aquí te presentamos algunos lugares que no puedes dejar de visitar:

Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción

La imponente Iglesia Parroquial, construida en 1553 por el maestro cantero Cristóbal de Oñate, es un ejemplo destacado del estilo renacentista. Su fachada, finalizada en 1638 por Francisco de Anchea, alberga una notable muestra de escultura, pintura y arquitectura de los siglos XVI-XVIII. No te pierdas las capillas funerarias renacentistas y el altar mayor de diseño neoclásico realizado por Joaquín Gassó.

Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza

Construida en 1561, esta ermita es de planta de salón y alberga tesoros espirituales, incluyendo las imágenes del Santo Cristo de la Paz y de la Virgen de la Cabeza, patrones del pueblo. Explora el camarín-retablo mayor y admira la imaginería barroca castellana que incluye la Virgen Dolorosa, Cristo Nazareno y el Cristo del Entierro.

Fuente del Pez o Castillo de San Miguel

Sumérgete en la historia de Palomares del Campo explorando la Fuente del Pez y el Castillo de San Miguel. Con momentos que datan desde la época Almorávide hasta el siglo XVIII, estos restos visibles, incluyendo la Torre-atalaya y la Ermita, cuentan la historia de la evolución y ocupación de esta tierra a lo largo de los siglos.

Festividades en Palomares del Campo

Fiesta de la Virgen de la Cabeza

Desde el año 1614, el "postrer" domingo de abril marca la celebración en honor a la Virgen de la Cabeza. En estas festividades participan los danzantes, gitanillas y tunos, aportando elementos únicos al patrimonio inmaterial de Palomares del Campo. Las danzas de paloteos, la "espá", galopeos, verbenas y fuegos artificiales complementan esta emotiva celebración en la ermita de la patrona.

Fiestas del Santo Cristo de la Paz

El último fin de semana de septiembre, Palomares del Campo se llena de vida con las Fiestas del Santo Cristo de la Paz. Peñas que agrupan a jóvenes y mayores del pueblo participan activamente en estos festejos que destacan por los emocionantes eventos taurinos celebrados durante el sábado y domingo. Estas festividades son una oportunidad para la comunidad de reunirse, participar en celebraciones culturales y sociales, y honrar al patrón de la localidad.